5 medidas para proteger tu ordenador casero
Tener un ordenador en casa no es nada nuevo. Tener un ordenador en casa conectado a Internet a través de un clásico módem ha sido muy común hasta hace apenas un par de años. En la actualidad la tendencia generalizada es utilizar una conexión de banda ancha, ADSL o ADSLv2, con un ancho de banda al menos un orden de magnitud mayor que el que ofrece un módem conectado a la línea telefónica.
La conexión ADSL utiliza el mismo par de cables que desde años ha unido nuestras casas con la central telefónica más cercana. Lo único diferente es la instalación por parte de nuestro proveedor de telecomunicaciones de un "módem especial" en ambos extremos del par de cables, es decir, uno en la conexión telefónica en nuestra casa y otro en la central. Estos dos módems permiten la transmisión digital de datos a velocidades situadas en el rando de megabits por segundo (varios millones de bits por segundo, en comparación con sólo varios miles de bits que permitían los módems). El número de bits que se pueden enviar es el ancho de banda. Por eso también se conoce al ADSL como banda ancha.
En definitiva, más tarde o más temprano, tu ordenador casero estará conectado a Internet a través de un dispositivo de banda ancha, probablemente un módem/router ADSL.
La mayoría de los servicios de ADSL ofrecen una tarifa plana. Esto significa que tu ordenador casero estará permanentemente conectado a Internet. Si unimos a esta conexión permanente a Internet el hecho de que la mayoría de nosotros utilizamos el mismo sistema operativo, Microsoft Windows XP y el ancho de banda actualmente disponible, nos encontramos en un escenario donde un posible ataque a tu ordenador es mucho más probable que antes.
Tu ordenador es un blanco muy fácil para cualquier tipo de código malicioso procedente de Internet. Este código malicioso puede llegar a tu ordenador a través de un correo que recibas o incluso mientras navegas por Internet.
El tiempo que puedes dedicar a reparar tu ordenador e intentar recuperar los datos valiosos que habías almacenado en él hace que merezca la pena leer esta serie de artículos sobre cómo proteger tu ordenador. Si inviertes algo de tiempo ahora en leer y poner en práctica estos artículos, te ahorrarás muchas horas de trabajo desesperado intentando arreglar tu ordenador tras haber sido por ejemplo infectado por un virus.
Hay cinco medidas básicas de seguridad (entre muchas otras que iremos publicando) para proteger tu ordenador casero:
1. Mantén tu sistema operativo actualizado (actualmente hay formas automáticas de hacerlo). Nuestro siguiente artículo trata de este tema.
2. Instala un programa antivirus y mantenlo actualizado (algunos antivirus para Windows son gratuitos como por ejemplo Clamwin). Hemos publicado un artículo con este tema.
3. Instala un cortafuegos personal: aumentará la seguridad de tu ordenador mientras esté conectado a Internet. Kerio Personal Firewall está disponible de forma gratuita para uso personal. Más información en nuestro artículo titulado "Instala un cortafuegos personal".
4. Instala un programa que detecte código malicioso (por ejemplo, Spybot). Pronto escribiremos un artículo sobre este tema.
5. Finalmente, un punto muy útil cuando todo lo demás ha fallado: haz una copia de todos tus datos en otro soporte de almacenamiento que no sea el disco duro de tu ordenador, por ejemplo en un CD-ROM o en un DVD. El día que el disco duro de tu ordenador deje de funcionar, lo agradecerás sobremanera.
Estas cinco medidas de seguridad no son la solución mágica a todos tus problemas de ordenador. No hay ninguna fórmula mágica que consiga un escenario 100% seguro, pero al menos disminuye probabilidad de que tengas que pasarte todo un fin de semana delante de la pantalla de tu ordenador intentando arreglar el destrozo realizado por ejemplo por un virus.